sábado, 10 de noviembre de 2012

Recuerdos avainillados...


Y entonces pasó alguien que olía a vainilla. Vainilla… cuántos recuerdos guardados en un simple perfume… Me encantaba pero lo odiaba a la vez. Me encantaba el olor a vainilla, sobre todo en ella, me encantaba abrazarla y sentir ese olor. Pero lo odiaba, odiaba no sentir ese olor desde hacía tanto, odiaba no tenerla cerca, odiaba no poder abrazarla, odiaba haber sido tan idiota como para haberla dejado ir. En ese momento se me ocurrió mirar a ver quien llevaba ese perfume, con las esperanzas de que fuera ella y… No me lo podía creer, era ella, después de todo un año sin saber nada de ella hora estaba ahí, delante de mí, con su perfume avainillado.

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