Hagamos
locuras con mayúsculas, MINÚSCULAS, cursiva,
negrita, subrayado o rayado. Pongamos verso donde prosa y prosa
donde verso. Tomémonos las cosas al pie de nuestra letra (o la del vecino,
porque para gustos los millones de colores de tus ojos). Dejémosle libertad a las comas
suspensivas,,,,y a los puntos suspensivos… ¡Gritemos! Y podríamos preguntar un
poco también, ¿no? Quitémosle el sentido a las cosas con y pongámosle a las cosas
sin. Hagamos playas de un grano de arena y disminuyamos a un grano de arena esa
playa sin fin. Pongámosle fin a las cosas eternas y alarguemos las cosas con días
contados.
Ojalá
os volváis locos (la locura puede ser bella) con tantos sin sentidos.
Qué preciosidad.
ResponderEliminarCreo que tengo razón si digo que a nadie más se le habría ocurrido algo así y ni mucho menos lo habría conseguido hacer tan bonito como tú.
Me declaro oficialmente enamorada de esta entrada.
ResponderEliminarEsta mañana he decidido leerte (porque qué hay mejor que unas buenas palabras acompañadas de los rutinarios cereales), y puedo decir que realmente adoro cómo escribes. Te lo cuento en esta entrada porque me ha llamado la atención especialmente, pero es para toda en general.
ResponderEliminarSigue volviéndote loca, amando a Luna, y siendo tan bonita como eres.
Una oveja o mirlo o no sé. (Mery).