5/10/15
Y miro tus manos y me veo reflejada en ellas.
Pero solo soy eso: un reflejo.
Soy un mero reflejo, una visión de algo que fue
(que fue, que fue…).
Ya no oigo a los niños jugar bajo mi balcón,
¿dónde estarán? (estarán, estarán…)
Quizá me haya confundido.
Pero estoy segura de que solo es lo que me intentan hacer
creer.
Quieren que quiera creer que me han vencido,
solo para dejar de luchar.
Mis uñas se vuelven cuchillos
Y se clavan bajo mi ombligo.
No siento ni padezco.
Vivo rodeada de dolor en un mundo que nos engaña:
“no hay nada que no sea bonito”, me dicen.
Y yo les apuñalo, una vez tras otra, mientras les pregunto:
“¿esto también es bonito?”.
Y baja el telón, todos dejan de actuar: el mundo ha cambiado, aunque hayamos recibido aplausos.