Corría
noviembre por nuestras venas,
pero el mundo
creía ser abril enloquecido.
Anochecía
rápido en nuestras ventanas,
más lentamente
en el resto de corazones.
El frío viento
nos helaba las manos,
juntándonoslas,
haciendo que
las ajenas unas a otras
se ahuyentaran.
Reivindico por los amores de tren,
de estación,
de boca de metro,
de banco,
de cola en la librería,
de tropiezos,
de confusiones,
de bibliotecas…
Reivindico por el amor y por todo lo
que este conlleva.
¡Holiiiiiiiii! No me canso ni me cansaré de decirlo, ¡admiro a todas aquellas personas que son valientes para escribir en verso y hacerlo taaaaaaaaaaaaaaaaan bien!
ResponderEliminarPues sí. Como bien dices el amor y todo lo que conlleva. Que a veces no es poco. Después de un desamor esa maleta de ida que llevas contigo, y que la maldita no vuelve nunca a su estación o a la otra persona, hace que tus pasos sean más pequeños e insignificativos. Ella es la que se encarga de lastimarte la espalda, de recordarte el pasado y de no dejarte dormir por las noches y preocuparte por las mañanas. Quieres poner la ropa que va dentro de la maleta a otra persona pero o bien le está grande o pequeña. A veces es complicado encontrar la talla perfecta del amor.
¡Un beso y que pases un buen fin de semana!
¡Hola! Antes que nada agradecerte que hayas dedicado una parte de tu tiempo escribiendo este laaaaaaargo comentario, de verdad, la ilusión que me ha hecho no es normal.
EliminarPues todo lo que has dicho es cierto: la maleta que arrastramos cada vez que decimos adiós a alguien muchas veces es un obstáculo...
Muchas gracias y muchos besos, ais.