Y ahí está. Tu peor enemigo frente a ti. Con esa mirada de superioridad. Ese aire de prepotencia. Y tú. Con tu mirada aterrada. Con el miedo dominándote. Y te sientes débil. Más aún. Porque sabes que, otra vez, va a ganar él. Sabes que, aunque pongas todas las fuerzas del mundo, vas a salir perdiendo. Y en ese momento te dedica una sonrisa. Y ya sabes que has perdido la batalla. Nunca va a cambiar, siempre vas a perder tú.
Tus entradas siempre me ponen triste....
ResponderEliminar