viernes, 20 de diciembre de 2013

Sola empezaste y sola acabarás. Fin del cuento.

Andas entre la gente. Huyendo de todo. Intentando buscar tu lugar. Pensando con quién podrías encajar. ‘Nadie, deja de pensar, estúpida. Tú eres tú y por ese simple hecho no vas a encajar nunca con nadie. Quédate sola.’ te grita alguien en tu propia cabeza. Sabes que tiene razón. Eres una egoísta, estúpida, ingenua e incrédula. Nadie nunca encajaría contigo. Y, aunque lo hiciera, nunca querría. ¿Quién querría ser amigo de alguien que se pasa los días llorando, quejándose y odiando a todo ser viviente? Nadie. Sola. Así vas a acabar. Y así empezaste. Y así estás.

Sigues avanzando entre la gente hasta que decides hundirte. Y te tiras allí en medio. Llorando. Queriendo desahogarte. Pero lo único que consigues es estar peor. Recibes patadas y ‘apártate de en medio, gilipollas’ o cosas por el estilo. Ya has escogido tu destino. O este te ha escogido a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario