jueves, 19 de diciembre de 2013

Te llevaste tu nombre de todas mis mañanas.

Que mis palabras de amor ya no tienen sentido si, después de escribirlas y recitártelas me besas en el cuello susurrándome lo mucho que me quieres y que harías lo imposible por mí. Ya veo, eh. Lo imposible. Y ya me has dejado tirada, liada y perdida entre tantas rimas, líneas, versos y palabras. Que si hablo de ti una coma siempre será mejor que un punto, será tenerte un poco más cerca. Tu nombre y el mío separados por menos silencio al leerlos. Pero tú quisiste un punto. A parte mejor. Quizá has puesto punto y final a todo esto mientras yo sigo estancada en esa pequeña ‘y’ que separa nuestros nombres (o los separaba). Te fuiste y te llevaste tu nombre de todos esos versos. Espero que esas letras vuelvan y le devuelvan el sentido a todo lo escrito para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario