sábado, 18 de enero de 2014

Un huracán de palabras.


El fuerte viento hace ruido, diciéndote que te calles. Ya has dicho suficiente, no digas más. Tendrías que haber parado antes, el viento te ha estado avisando con un susurro silencioso que no entendías (o no querías entender). Pero ha tenido que gritarte para que te dieras cuenta. Ha tenido que llevarse esas pesadas palabras consigo, como siempre hace. Se alimenta de viejas y nuevas palabras, se las lleva lejos, dejando el olvido de ellas tras su paso. Vaciando las conversaciones que se producen a su alrededor, dejándolas en nada. El viento arrasa con todo lo que dices, se lo lleva, lo envuelve entre millones de palabras más que tiene. Y acaban perdidas en una red inentendible de palabras y viento. Y siempre así ha sido y siempre así será. Porque el viento nunca muere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario