sábado, 1 de febrero de 2014

No me vengáis con finales felices.


Finales felices. ¿Cómo pueden haber finales felices? El final de todo es la muerte. La muerte no es feliz. Qué leches va a haber finales felices. Solo hay puntos y coma felices, no puntos y finales felices. Esos, los últimos, son tristes, llorosos, vacíos. No vengáis con tonterías de finales felices. A mí no me la vais a colar. Muy bonito que el príncipe y la princesa acaben juntos y felices. Pero luego mueren. Y no queda nada. Tristeza. Vacío. Recuerdos (que son olvidados con el paso del tiempo). Silencio. ¿Quién se inventó esa patraña de que los finales felices existen? Los finales si son felices no son finales. Dejad de idealizarlo todo y hacer ver que todo es perfecto.

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