Te
besé y sentí que me estaba besando a mí misma.
Di
media vuelta, giré la cabeza, te susurré un adiós y te encontré reflejado en el
espejo que cuelga en la pared del baño.
Te
vi con mis ojeras, mis pecas, mis dientes torcidos, mi sonrisa risueña…y supe
que algo había hecho mal.
Tiré
el espejo por la ventana, creyendo que sería la solución.
Me
equivocaba, por supuesto.
No
caí en el agua.
Te
volví a ver reflejado.
Me
puse a llorar e, inconsciente de mí, te volví a ver reflejado en mis mejillas,
avanzando a velocidades extremas hasta mi barbilla.
Adiós, te dije (gritando).
Me
hundí en el mar de mi vaso, grifo, bañera.
Siento
lo mismo, lo siento.
Te comprendo, y quién no se ha sentido así alguna vez, ¿verdad?
ResponderEliminarLa vida, que es demasiado puta que nos quita aquello que queremos para vernos por los suelos, sin ánimos de hacer nada... y, lo peor de todo, teniendo a quien queremos lejos de nosotros pero, a su vez, en lo más hondo de nosotros. Sintiéndolo con todas nuestras fuerzas y las lágrimas al borde del suicidio, cayendo y sufriéndonos al mismo tiempo.
Ya sabes, todo lo amamos es aquello que nos destruye por dentro.
Encantada de haberte leído y, mucha suerte y ánimo.
Seguiré haciéndolo, aunque dame tiempo que ahora mismo estoy con los exámenes finales y, ni siquiera tengo tiempo para escribir nada.
Un saludo,
Isabel.
Estoy de acuerdo contigo que todo lo que amamos es lo que nos destruye. Muchas veces solemos obviar esa parte de lo que nos gusta, pero en realidad es la parte más decisiva. ¿Realmente merece la pena toda esa destrucción? He ahí la cuestión.
Eliminar¡Suerte para los exámenes y encantada de que me leas!
Besos,
Luna.
Escrius tan (perdona que embruti el teu blog amb paraules malsonants) putament bé que fa mal llegir-te, perquè penso que no puc arribar a apreciar tot el que amaguen les teves paraules.
ResponderEliminarAstrid
No saps quant m'enfada que diguis aquestes coses de mi i després no valoris les magnifiques coses que surten de la teva ment.
EliminarCon el tiempo desaparecerá, y aunque la melancolía sea uno de los peores sentimientos, es mejor recordar y echar de menos que ver como algo se está perdiendo y asumirlo. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces no somos ni conscientes de que algo se está perdiendo; otras, en cambio, no queremos aceptarlo.
Eliminar¡Gracias por comentar!
Besos.