Me piden a gritos que les deje bailar en los tuyos, que son
más cómodos y, además, ponen música muy buena.
Dime tú cómo les explico a mis propios besos que no pueden
volver, que tus labios ahora son terreno prohibido.
¿Acaso no piensas responder? Yo que pensaba que, al menos,
les tenías algo de cariño y estima, que les habías dado tu amor y tu tiempo
(qué pena tener que decirles que todo ha sido una pantomima).
Mira cómo crecen, cómo se amargan como nunca lo hubieran
hecho en tu presencia, mira cómo lloran por no poder recordar aquellos tiempos
felices, mira cómo sufren...
Míralos, diles que fuiste tú, que fue tu culpa, que yo no
tuve nada que ver, que todo te lo inventaste tú, que todo fue un engaño por tu
parte.
Sé valiente, cobarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario