Acaba de empezar el invierno, y se nota. Tiene la nariz roja y los ojos un poco llorosos por el aire. Hoy es un día muy importante para ella, hoy será un día que recordará siempre. Hoy se declarará al chico del que está enamorada, el chico en el que piensa siempre. Sabe que a lo mejor le dice que no, pero es que no quiere vivir más con eso dentro, lo necesita soltar, necesita decirle todo lo que siente. Pero lo que de verdad necesita es saber si él siente algo por ella. Hoy lo descubrirá, quizá siente algo o puede que no. No quiere seguir comiéndose el coco y hoy se lo dirá todo. Superará su vergüenza y le dirá que le quiere, que quiere pasar el resto de su vida a su lado, si él quiere. Hoy le dirá que lo echa de menos al segundo de despedirse, que no puede vivir sin él. Hoy vencerá sus miedos y se atreverá. Está tirando su corazón al vacío, a un precipicio, lo sabe, a lo mejor hay alguien que lo rescate antes de llegar al fondo pero puede que no y que este acabe con una herida incurable. Pero se va a arriesgar, lo necesita.
Ha quedado con él en la plaza de siempre, en unos diez minutos, aunque no sabe si decírselo en cuanto lo vea o antes de irse. Llega a la plaza rápido, antes que él. En un rato llega él y se sienta a su lado, en el banco que está ella. Cuando lo ve se decide por decírselo todo ahora, no puede aguantar más.
- Sé que pensarás que me he vuelto loca pero... Estoy enamorada de ti, te quiero como algo más que un amigo, te quiero como nunca antes he querido a nadie, te quiero y siempre será así. Quiero compartir mi vida contigo, día tras día a tu lado, siempre juntos. Te quiero <3
- No sé qué decirte, la verdad es que no me lo esperaba. No sé cómo decírtelo, pero no siento lo mismo que tú, te veo como a una muy buena amiga, como una hermana, lo siento, de verdad.
La ha fastidiado, su corazón se está haciendo a pedacitos a cada palabra que dice él, nunca habría imaginado que unas pocas palabras pudieran destruir tantas cosas. Las lágrimas empiezan a arañarle la cara. Se levanta del banco y se va, mientras le oye diciendo: 'No te vayas, no te quería hacer daño'. Empieza a correr desesperada con las lágrimas mojándole todo su rostro, no sabe por qué se lo ha dicho, es tonta. 'Eres tonta, eres tonta, no se lo tendrías que haber dicho' se repite para si misma mientras empieza a andar cuando ve que él ya no la sigue. Vivía ilusionada, se pensaba que en el fondo de su corazón él podría sentir una pequeñísima parte de lo que ella siente. Pero no es así, él solo la ve como a una amiga, y se lo ha dicho. Por una parte se lo agradece, no le ha mentido. Por otra parte está destrozada, triste y enfadada consigo misma. Ahora mismo sabe que ya no puede volver a ser su mejor amiga, como hace menos de un día. No puede seguir estando a su lado mientras él sabe lo que ella siente pero él no siente nada por ella remotamente parecido a lo que ella siente.
Espero que nunca nadie te rompa el corazón tan y cómo explicas aquí.
ResponderEliminar- G.
Madre mía, ¡si esta entrada tiene más de dos años!
EliminarPor suerte, de momento, no me han roto el corazón así (pero es inevitable y supongo que algún día pasará). Espero que a ti tampoco, G.