sábado, 16 de noviembre de 2013

Por fin ha vuelto.

Un abrazo. Un largo abrazo. De esos que no quieres que acaben nunca. De esos en los que te dejas todas tus fuerzas apretando fuertemente a la otra persona. De esos silenciosos, con algún que otro llanto. De esos que llevas esperando tanto tiempo dar. De esos que echas de menos durante el día a día. De esos con los cuales te olvidas del resto, de todos tus problemas, de todo lo que te ha pasado, solo piensas en abrazar a esa persona y no soltarla nunca.
Pero notas como la otra persona empieza a aflojar los brazos así que decides hacer caso y terminar con ese abrazo que te ha parecido corto aun haber sido larguísimo. Y sonríes como nunca lo has hecho, porque nunca has sido tan feliz. El brillo de tus ojos ha empezado a volver y para quedarse.

2 comentarios:

  1. Te quiero mucho, espíritu sin nombre. Siempre. Siempre. No te voy a dejar nunca. Te quiero, amarilla. Te quiero, diamante. Te quiero, Andrea.

    ResponderEliminar
  2. Una entrada feliz y perfecta :) me ha encantado
    muchos besos, pequeña piececita :D

    ResponderEliminar