Hoy
he ido a mi tumba y me he regalado el ramo más bonito que he encontrado en la
floristería de al lado de casa. He reseguido con los dedos el epitafio que
escribí cuando era solo una niña de once años. Me he detenido a mirar la gran
variedad de grises que hay en la piedra de la lápida, quitándole el polvo que
se ha ido acumulando con el paso de los años.
Hacía
tiempo que no iba a visitarme. Las flores de la última vez ya estaba más
muertas que yo. La foto de aquella niña sonriente que lleva un vestido amarillo
se había vuelto un poco amarillenta y su marco ha sufrido y se ha quedado
agrietado.
Me
imagino dentro de aquel ataúd de roble oscuro, tumbada, con los ojos cerrados,
el rostro pálido, más que en invierno, con una leve sonrisa inocente dibujada
en los labios, sin querer. Llevo mi vestido favorito, el amarillo de la foto,
que me llega hasta la rodilla. Llevo mi castaña melena recogida en dos trenzas,
con un lazo a conjunto con mi atuendo en cada una de ellas. Un collar de
cuentas amarillas me rodea el cuello, adornándome. Los zapatos, como es de
esperar, amarillos, con una hebilla que evita que salgan precipitados en alguna
de mis carreras hasta la arena del parque.
Recuerdo
el funeral como si fuera ayer. Estaba sola, no había ido nadie más, aunque
tampoco era menester. Me hallaba llorándome a mí misma en un lugar frío y
muerto.
Hoy
no me he llorado. Me he sonreído y he dejado un suave beso en la foto de
aquella niña que ya no era.
¿Cuántos
cementerios de infancia deben haber?
“Muerte en vida.”
“Muerte en vida.”
Entre la música y la forma tan delicada que tienes de describir que has perdido esa parte de ti o a ti, entera, que dsaojdiawd. Sin palabras. Me ha encantado Luna.
ResponderEliminarUn beso, Utopías.
Me alegro de que te haya gustado, ay. Muchas gracias.
EliminarBesos lunares, Luna.
Maravilla. Creo que la Luna se te queda corta, vaya
ResponderEliminarUy, para nada. La Luna y tus palabras me quedan grandes.
Eliminarme has echo vibrar el alma.
ResponderEliminarOh, me alegro.
Eliminar¿Que será lo siguiente? Porque me llevas sorprendiendo tres veces seguidas. Yo que sé, te odio y te admiro a la vez, espero que entiendas.
ResponderEliminarQuizá, si me odias, te esté sorprendiendo para mal.
Eliminar¿Por qué quiero enmarcar cada una de las frases que escribes?
ResponderEliminarE-eso es demasiado bonito, ay.
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