jueves, 3 de julio de 2014

Quererse flojo es de cobardes.

Y se querían fuerte. Como se quieren los corazones valientes que se atreven a huir del pecho al que están acostumbrados para acomodarse en un nuevo pecho, intercambiando latidos, compartiendo sangre – y sentimientos.
Eran la pareja más utópica que había visto en mis siete vidas. Nunca había visto, desde aquel tejado, una pareja más ideal que ellos.
Qué bien que les va, decía todo el mundo.
Se querían fuerte. Decían que quererse flojo era de cobardes y ellos no querían serlo. Ese podría ser su secreto. Se tiraron al agua sin saber siquiera si conseguirían nadar después del salto. Se clavaron el puñal sin saber si serían capaces de curarse la herida que este dejaría con su paso. Se dispararon en las sienes sin saber seguro que la pistola no estaba cargada. Arriesgaron. Podrían haber muerto en todos los intentos. Y no lo hicieron.
¿A que no os imagináis a un niño lleno de energía chutando flojo? Entonces, ¿cómo sois capaces de imaginar a dos enamorados llenos de amor, pasión, deseo y sentimientos queriéndose flojo?

14 comentarios:

  1. Me muero, es bonito, es preciosísimo *^*

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  2. ahora es cuando yo quiero a alguien que me quiera fuerte.
    y no así flojo.

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    1. Espero que encuentres a ese alguien valiente y apasionado.

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  3. El sucedáneo de este pronto volverá a existir.

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    1. Pero, por desgracia, no nos conformamos con ningún sucedáneo, y yo no voy a ser menos. Aunque gracias, ais.

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  4. ¿Ha existido ya el sucedáneo?

    Hace un año te puse lo mismo.

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    1. ¡No me acordaba de tu comentario! (el que pusiste hace un año) Es gracioso porque ahora los dos comentarios quedan seguidos.
      Podría decirse que sí.

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    2. ¡Me alegro un montón!

      ¿Has cambiado de blog? Me parecía raro no verte por aquí desde noviembre...

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    3. ¡No he cambiado de blog! Lo único que pasa es que creo que ha llegado un momento en el que no me sentía cómoda escribiendo y aún menos publicándolo, pero espero volver en algún momento. ¡Besos!

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  5. Qué tal va ese sucedáneo.

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    1. Pues de momento, ni mal, ni bien; simplemente no va, porque no existe.

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