Sois el dolor
que nadie ha pedido,
la causa de
todos los heridos,
de los huevos
abandonados en el nido,
los músicos de
tanto ruido.
Cada vez que
encuentro la palabra adecuada
aparecéis
vosotros y venís a robarla.
Dejad de vivir
una vida
a la que nadie
os ha invitado.
Qué más me da
si os arrojáis al acantilado.
Si lo hacéis,
llevaos mis palabras,
alguien tendrá que matarlas.
alguien tendrá que matarlas.
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