Sabes que el día que te vayas, que dejes este mundo, que
desaparezcas, todo seguirá igual. Nadie llorará por ti. O no más de ese mismo
día. Al día siguiente serás olvidado. Olvidarán tu forma de reír. El brillo de
tus ojos al darte una buena noticia. Tus abrazos. Tus pequeñas y raras
manías. Olvidarán todo lo que te
hacía especial. Tu forma de cerrar los ojos cuando tenías sueño, diferente a
cuando te daba el sol de cara. Tus besos tímidos en las mejillas de los demás,
en los labios de alguno. Tus metáforas, siempre con flores. Serás olvidada. Los
granitos de tu ‘tú’ se extinguirán más rápido de lo que crees, con una simple
ráfaga de aire desaparecerás. Ese aire es el tiempo. Tiempo que se lo lleva
todo, sin compasión alguna.
¿De dónde sacas semejante talento?
ResponderEliminarFelicidades, te has convertido en una de mis bloggers favoritas.
Sigue así, por favor.
Tus letras merecen ser leídas por todo el mundo, cielo.
M.